En Capri, la villa que perteneció a la condesa Enrica Manfredi, forma parte ahora del lujoso Hotel Punta Tragara de 5 estrellas y encuentra un nuevo aspecto con el diseño interior de los años 40 realizado por Giorgia Dennerlein.
Villa Enrica es uno de los tres edificios que forman el lujoso complejo de alojamiento del Hotel Punta Tragara de los condes Manfredi en Capri, un mirador único con 16 habitaciones titulado "Mare Sole" que dan a la bahía y a la piscina y al que Giorgia Dennerlein donará un nuevo y suntuoso interior gracias a un complejo trabajo de restyling.
El "rediseño" que el arquitecto fundador de Loto ad Project tiene en mente encuentra su impronta sartorial en el vestíbulo del lujoso hotel de 5 estrellas, y por ello echará la vista atrás a los años 40, cuando este icono modernista diseñado por Le Corbusier abrió las puertas a personalidades como Winston Churchill.
Las habitaciones de lujo ofrecen una muestra de la experiencia única que puede vivirse con una mirada al pasado y otra al futuro al mismo tiempo. Cada habitación tendrá su propia historia personal, salvo que estará unida a las demás por un mismo concepto que realza los accesorios compactos del mobiliario, la elegancia de un material noble como el mármol y la frescura del ambiente de Capri.
En un espacio de unos 30 metros cuadrados, el arquitecto Dennerlein elabora un pequeño universo vacacional, extremadamente cómodo y funcional, aprovechando los perímetros: la pared opuesta a la cama es un panel texturizado con fondo neutro sobre el que se disponen diversos elementos, realzados por una paleta que pasa del dorado a tonos más suaves. Dentro de este precioso marco hay un gran monitor y un escritorio con cajones que se cruzan con el minibar, todo ello caracterizado por un diseño discreto que expresa las suaves líneas del exterior, la historia del edificio y la belleza del paisaje. La experiencia se ve realzada por todo tipo de facilidades que una hospedería de lujo como Punta Tragara siempre pone a disposición de sus huéspedes. Una agradable sensación de evasión alimentada por la acertada combinación de cultura y tecnología, artesanía y exclusivas marcas de mobiliario elegidas por Loto Ad Project.
Enfrente, el estilo icónico y refinado de los años cuarenta es recordado por un cabecero diseñado por el estudio Roman, que añade dos alas de ónice en correspondencia con las mesillas de noche de bronce con tapa de cristal. Preciosos detalles, concebidos para dialogar con las bóvedas, realzan la arquitectura de la primera mitad del siglo XX, remiten a la luz natural más allá de las ventanas de las puertas. Un espacio emocional que vibra en la equilibrada contaminación de épocas, dicta elegancia en las cortinas de CASAMANCE y confort en los asientos y salones exteriores de DEDON. En el interior, los dos sillones son diseño de Loto Ad Project.
En el cuarto de baño, revestido de mármol, la intervención se limita a un toque más de distinción con la incorporación del papel pintado ELITIS y los espejos de ISA y ARTELINEA.
Team:
Architect: Loto AD Project
Photography: Guido Fuà