La relación entre arquitectura y arte, en la que un edificio es un lugar en el que vive el arte, puede verse en museos y galerías de todo el mundo. Pero ¿qué ocurre cuando ese lugar alberga arte y personas? ¿Cómo conviven en armonía? En un proyecto que considera la intersección entre domesticidad y arte, el estudio español de arquitectura interdisciplinar Mesura transformó un antiguo lugar de trabajo industrial en el barrio barcelonés de Poblenou en una hermosa residencia que hace las veces de galería de arte.
La proximidad del Poblenou al Mediterráneo lo convirtió en una zona ideal para una rápida industrialización en el siglo XVIII. Sin embargo, su condición de distrito industrial de Barcelona se vio mermada en las décadas de 1960 y 1970 con la posterior desindustrialización. La disponibilidad de fábricas y almacenes vacíos atrajo a un público artístico y Poblenou se convirtió en el centro creativo de Barcelona. Fue aquí donde el cliente de Mesura encontró un espacio industrial para su casa y su negocio de galería de arte: Vasto Gallery.
Al describir la distribución del interior, Mesura explica: "El piso presenta un único espacio generoso y diáfano con ventanas en tres de sus paredes y una planta abierta sólo interrumpida por dos filas de columnas de acero". El techo es especialmente singular y reproduce las técnicas constructivas desarrolladas por el arquitecto catalán Joan Torras en el siglo XIX. Catedrático de materiales en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y especialista en diseño y fabricación de estructuras metálicas, Torras introdujo "vigas de igual resistencia, reforzadas por un núcleo cerámico y una característica forma abovedada".
Gracias a sus numerosas ventanas, el apartamento goza de una distribución luminosa y espaciosa. Mesura se basó en esta premisa para diseñar el interior: "El proyecto sigue la sencilla premisa de reducir al mínimo las divisiones espaciales", afirma el estudio. La planta se divide en zonas privadas y públicas, divididas por un núcleo de servicio de madera independiente (que alberga un vestidor, una ducha y un aseo). La zona pública hace las veces de salón y galería; en la privada, el dormitorio y el cuarto de baño coexisten en un espacio abierto y luminoso.
"La intervención abarca dos acciones distintas", dice Mesura. "Una es la restauración y mejora de las cualidades existentes del espacio mediante obras de construcción. La otra consiste en el diseño de elementos interiores específicos que ofrecen nuevas capacidades". Entre ellos, la larga barra de acero inoxidable de la cocina y una larga mesa en la pared opuesta, ambas diseñadas para la zona de estar.
Del mismo modo, la cama, la bañera y el lavabo se hicieron para el espacio privado.
En el marco de una residencia y colaboración con la Galería Vasto, la diseñadora Sara Regal, especialista en investigación de materiales y prácticas sostenibles, reutilizó los residuos de la construcción del proyecto para crear una gran mesa de centro escultórica.
En el diseño de la Galería Vasto, Mesura ha jugado con la forma y la materialidad para crear un reflejo reflexivo y personal de los propietarios de la galería: un espacio en el que las personas y el arte conviven en felicidad doméstica.
